El aceite barato que es bueno para la salud y Profeco recomienda antes que los caros
Aunque tradicionalmente se asocia un precio bajo con mala calidad, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha desmentido este mito al evaluar más de 60 marcas de aceites comestibles vendidos en México.
¿Es cierto que el aceite barato puede ser bueno para la salud?
Entre ellos, el aceite vegetal Ke! Precio ha llamado la atención por combinar un bajo costo con un perfil nutricional aceptable, convirtiéndose en una opción atractiva para muchas familias mexicanas que buscan ahorrar sin comprometer su salud.
Según Profeco, este aceite contiene solo 1.36 g de grasas saturadas por cada 14 g, se fabrica sin aditivos nocivos y su etiquetado cumple con la normativa. Lo más sorprendente es su precio: entre 30 y 34 pesos por litro, dependiendo del supermercado.
¿El resultado? Un aceite barato que sí es saludable y que, según la Profeco, es seguro para el consumo humano.
¿Qué otras marcas recomienda Profeco por su calidad?
Además de Ke! Precio, el estudio de Profeco destaca otras marcas que combinan buen desempeño con perfiles nutricionales sobresalientes:
Aceite 1-2-3: Con solo 1.01 g de grasas saturadas, buena estabilidad al cocinar y precio moderado (alrededor de $35 MXN), es el mejor evaluado en relación salud-precio.
Nutrioli: Aunque más caro (hasta $58 MXN/litro), se distingue por su alto contenido de grasas monoinsaturadas, ideal para quienes buscan una dieta equilibrada.
Precissimo: Otra opción económica que cumple, aunque su sabor fue calificado como menos atractivo por algunos consumidores.
¿Cuál es el aceite más recomendable según Profeco?
El líder del estudio fue el aceite 1-2-3, al destacar en salud, sabor, estabilidad al calor y costo. No obstante, para quienes buscan una alternativa funcional y económica, Ke! Precio se posiciona como una opción segura, útil y muy accesible.
Aunque no encabeza el ranking nutricional, el aceite Ke! Precio ha demostrado ser una opción confiable y saludable para el uso diario en la cocina mexicana. Gracias al respaldo de Profeco, se confirma que no siempre lo más caro es lo mejor. ¿Y tú, qué aceite tienes en casa?
