Restos de té verde como fertilizante líquido: el truco que pocos jardineros usan

Si eres de los que disfruta una buena taza de té verde cada día, es probable que termines arrojando los restos a la basura, sin saber que podrían convertirse en un poderoso fertilizante natural, que ayudará a tu jardín.
Los restos de té verde, ya sean hojas o bolsitas, contienen nutrientes que enriquecen el suelo, estimulan la microbiota y ayudan a mantener tus plantas con vida y saludables.
Este método de reciclaje casero es ideal para jardines, macetas o huertos urbanos: fácil de preparar, gratis y completamente ecológico.
¿Por qué usar restos de té verde como fertilizante?
Los restos de té verde aportan nitrógeno, fósforo y potasio, nutrientes clave para el desarrollo vegetal.
Además, su contenido de materia orgánica contribuye a mejorar la estructura y retención de agua del suelo. Según un experto, “los componentes tánicos del té ayudan a mantener un pH más bajo, ideal para plantas como rosas, tomates, azaleas y arándanos”.
Usar té verde también reduce el desperdicio, ayuda a compostar y puede funcionar como repelente de babosas y caracoles.
Cómo preparar y aplicar el fertilizante de té verde
- Prepara una infusión débil con restos de té verde (hojas o bolsitas) en agua, déjala enfriar.
- Aplicación directa: usa el agua para regar plantas que prefieren suelo ácido (rosas, tomates, azaleas).
- Compostaje: añade los restos secos al compost, donde aumentan el contenido de nitrógeno y favorecen la actividad microbiana.
- Mulch o tierra: espolvorea hojas de té sobre el suelo o mézclalas con tierra, mejorando la textura y respiración del suelo.
Recomendaciones clave
- Asegúrate de remover la bolsa si contiene plástico, para evitar contaminación.
- No abuses del aporte: el té puede acidificar el suelo, así que úsalo principalmente en plantas ácidas o como parte de compost balanceado.
- Además de fertilizante, los restos actúan como refugio para lombrices y ayudan a repeler ciertas plagas.
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