Las plantas nativas que florecen en verano y son más bonitas que los girasoles
Cuando se habla de flores de verano, el girasol suele acaparar reflectores. Sin embargo, México alberga una riqueza de plantas nativas que también florecen durante esta temporada.
Estas plantas nativas no solo igualan su belleza, sino que la superan en color, resistencia y significado cultural. Aquí te presentamos cinco especies que demuestran que la diversidad floral mexicana no tiene rival.
Dalia
Considerada la joya nacional. Originaria de México y declarada flor nacional, la dalia es símbolo de diversidad y elegancia.
La dalia florece en verano con una amplia gama de colores y formas, que van desde pompones densos hasta pétalos abiertos con textura de terciopelo.
El cuidado de la dalia necesita sol directo, riego moderado y suelos con buen drenaje. Se recomienda fertilizar cada dos semanas durante la floración.
Flor de cempasúchil
Aunque la vemos más en otoño, en específico en las ofrendas del día de el cempasúchil florece desde el verano. Sus tonos amarillos y anaranjados intensos la convierten en una flor vibrante, ideal para jardines soleados.
El Cempasúchil requiere sol pleno, riego constante pero sin encharcar, y suelo suelto. Es resistente y de rápido crecimiento.
Clavel del monte
Esta flor silvestre, prima del cempasúchil, crece en laderas y montañas mexicanas. Sus pequeñas flores naranjas llenan de color el campo durante el verano.
El clavel del monte rece bien en suelos pobres y bajo sol directo. No necesita riego frecuente, ideal para jardines con poca atención.
Girasol mexicano
A menudo confundido con el girasol común. Este girasol es una especie nativa de México. Florece en verano con flores grandes de color naranja intenso que atraen mariposas y colibríes.
Esta planta es rústica y fácil de cultivar. Tolera suelos pobres y necesita pleno sol. Ideal para atraer polinizadores.
Siempreviva mexicana
Su colorido permanece todo el verano. Esta planta también es conocida como "amaranto globo".
Esta planta produce pequeñas flores esféricas que conservan su color incluso después de secarse. Florece abundantemente durante el verano.
La siempreviva crece con el sol y no necesita mucha agua. Es perfecta para macetas, jardineras o jardines secos.
