El poderoso abono orgánico que deja las plantas más verdes que nunca
Cuando se trata de nutrir las plantas de forma natural y económica, buscando que sus hojas luzcan sanas y verdes, los abonos orgánicos caseros se posicionan como los aliados perfectos para los amantes de la jardinería, y quienes busquen darle vida a las plantas en casa.
Estos fertilizantes aportan nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, además de mejorar la estructura del suelo y fomentar la actividad microbiana. Los abonos orgánicos no sólo ayudan a tener plantas más saludables, sino que también reducen residuos y promueven una jardinería sostenible
Aquí te compartimos algunos de los más efectivos para que tus plantas luzcan más verdes y sanas que nunca.
Compost casero
El rey del abono natural. El compostaje es una técnica milenaria que transforma residuos orgánicos en un fertilizante de alta calidad.
Este compost se puede hacer con restos de frutas, cáscaras de huevo, hojas secas y posos de café pueden convertirse en un “oro negro” para tus plantas. Asegúrate de mezclar bien los materiales secos y húmedos, y airear el compost con frecuencia para evitar malos olores.
El compost casero mejora la retención de agua en el suelo, equilibra el pH y aporta una variedad de nutrientes de forma lenta y continua.
Cáscaras de plátano: potasio natural al instante
Las cáscaras de plátano contienen altos niveles de potasio y fósforo, elementos clave para la floración, el fortalecimiento de raíces y el desarrollo general de la planta. También sirven para atraer polinizadores como mariposas cuando se colocan trozos frescos sobre la tierra.
Puedes enterrar trozos de cáscara cerca de la raíz o dejarla macerar en agua por 48 horas para crear un fertilizante líquido, el cual además de protegerlo de plagas, verás como crecen sanas tus plantas.
Té de compost / lixiviado de lombriz
Conocido como “té de abono”, este fertilizante líquido se obtiene al dejar reposar compost o humus de lombriz en agua por 24-48 horas. Se aplica como riego o pulverización foliar.
Este té actúa rápidamente sobre hojas y raíces, estimula la vida microbiana y fortalece la resistencia de la planta frente a plagas o enfermedades.
Este tipo de abono mejora la fotosíntesis, dando como resultado hojas más verdes, brillantes y vigorosas.
