Alberto del Río explota y ataca al Hijo del Vikingo y Latin Lover
Lo que debía ser una simple conferencia informativa previo a Triplemanía Regia 2025 terminó en un escándalo absoluto. Alberto del Río “El Patrón”, exMegacampeón de AAA, perdió el control cuando se anunció oficialmente la revancha por el Megacampeonato ante el Hijo del Vikingo.
¿Cómo fue el ataque de Alberto del Río en plena rueda de prensa?
Apenas se confirmaba el combate, cuando Alberto no esperó ni una sola pregunta y se lanzó a los golpes contra el monarca vigente de la empresa mexicana.
La agresión no fue ligera. Primero fue un puñetazo directo al rostro de Vikingo, y después lo arrojó contra las sillas donde se encontraban los representantes de los medios.
Como si no fuera suficiente, Del Río lo arrastró hasta las escaleras del recinto y ahí lo atacó con lo que parecía un bote de basura, dejando al luchador inconsciente ante la mirada atónita de los presentes.
¿Por qué también agredió a Latin Lover?
Cuando parecía que la violencia terminaría, apareció Latin Lover, exluchador y actual director de talento de AAA, quien intentó calmar al Patrón. Sin embargo, el intento de paz terminó en más violencia. Alberto del Río, totalmente fuera de control, se abalanzó contra Latin Lover y utilizó el mismo bote de basura para inmovilizarle el brazo.
Acto seguido, tomó una silla de metal y la estrelló contra el improvisado bloqueo, en lo que claramente fue un intento de lesionar al directivo. Todo esto ante la mirada de los medios de comunicación, quienes apenas pudieron resguardarse de los golpes y proyectiles.
¿Qué consecuencias podría tener esta conducta en Triplemanía Regia?
La lucha contra el Hijo del Vikingo estaba pactada como una de las más esperadas de la cartelera, pero el caos que provocó podría tener consecuencias graves, tanto a nivel disciplinario como legal.
La empresa aún no ha emitido un comunicado oficial, pero crece el rumor de que podría haber sanciones o incluso una suspensión inmediata. Lo cierto es que el Patrón está en el ojo del huracán, y esta vez, no por su habilidad en el ring, sino por su temperamento fuera de él.
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