Síguenos

Los Xolos de Tijuana se olvidan de Juan Carlos Osorio

Los Xolos de Tijuana se olvidan de Juan Carlos Osorio (Photo by Francisco Vega/Getty Images)
Por:Said Rodríguez

La etapa de Juan Carlos Osorio en la frontera ya es parte del pasado. Un proyecto que generó expectativa terminó por diluirse entre malos resultados. La directiva no esperó más y decidió poner punto final antes de que el daño fuera mayor.  

Hoy, los Xolos se enfocan en lo urgente, no en lo ideal: la tabla porcentual.

La esperanza de un fútbol propositivo quedó enterrada por la realidad de la tabla porcentual. A pesar de contar con los refuerzos que se pidieron al inicio de la temporada, el equipo no respondió. 

Liguilla en el olvido, piensan en la multa de la porcentual 

La preocupación es seria. Con el nuevo formato del descenso administrativo, la multa por quedar entre los últimos lugares de la porcentual se siente como un castigo económico que Xolos no puede darse el lujo de pagar. Por eso, el objetivo es claro: sumar lo que se pueda, como se pueda.

Cirilo Saucedo destacó que el triunfo ante San Luis les dio un respiro. No piensan en esta, pues están casi por pagar multas Mazatlán, Puebla y Atlas, pero el siguiente año es otro cantar.

Los Xolos incluso ya han pagado multas y por eso su cociente es con menos juegos, apenas 32 contados para 42 puntos por lo que sube y baja más rápido que los demás. 

Cerrarán de visita y viene juego clave

El calendario tampoco ayuda. Los últimos partidos del torneo se jugarán fuera del Estadio Caliente, donde Xolos ha sido más competitivo. Con la presión encima y sin el respaldo de su gente, el cierre de torneo será ante rivales directos para el siguiente año como el Mazatlán y el Santos

Solo una liguilla en 5 años

Los números no mienten y golpean fuerte: solo una liguilla en los últimos cinco años. Un club que alguna vez fue protagonista del fútbol mexicano, hoy navega en la mediocridad.

Las decisiones desde la cúpula han sido erráticas y la identidad del equipo parece perdida. Si Xolos quiere volver a ser ese rival incómodo, ese que llenaba el estadio y ponía a temblar a cualquiera en la frontera, tendrá que empezar por una reestructura seria.