La decadencia del Mazatlán para el descenso de la Liga MX

El Mazatlán fue derrotado por el América y está en el último de la porcentual.

Cuando Mazatlán FC apareció en el mapa del futbol mexicano en 2020, prometía una nueva era para el balompié en Sinaloa. Nuevo estadio, una imagen fresca, y un proyecto que ilusionaba.

Pero a cuatro años de su debut en la Liga MX, el equipo parece más cerca del infierno que del protagonismo. Su presente deportivo los tiene hundidos en la tabla de cocientes, y el fantasma del descenso administrativo ya los alcanzó.

Del “Arrebatando” al “Sobreviviendo”

Mazatlán llegó con una identidad irreverente, con frases como “Arrebatando” y una comunicación moderna. Pero todo eso ha quedado en redes, porque en la cancha, el equipo ha sido sinónimo de inestabilidad: múltiples cambios de técnico, contrataciones poco efectivas y una defensa que ha sido coladera en más de un torneo.

Últimos lugares constantes

En el Clausura 2024, Mazatlán terminó en el fondo de la tabla porcentual. Y eso les costó pagar una multa millonaria al quedar entre los últimos del cociente. La historia se repite: en el Clausura 2023 también pagaron multa, y en los últimos torneos han sido clientes frecuentes del sótano.

Cero identidad deportiva

Mientras otros equipos de reciente creación como Atlético San Luis o incluso Juárez han mostrado al menos chispazos de competitividad, Mazatlán nunca ha logrado consolidar un estilo de juego ni una base sólida de jugadores. El estadio Kraken sigue sin ser una verdadera fortaleza, y los entrenadores no duran.

¿Y el proyecto?

La pregunta que muchos se hacen es: ¿a qué juega Mazatlán? Porque parece que la única constante ha sido sobrevivir. Hoy, están en una situación crítica: si no repuntan en el próximo año futbolístico, podrían seguir pagando multas o incluso perder la categoría si el sistema de descenso-regreso se reactiva.

¿Un equipo sin futuro?

Mientras otros clubes apuestan por cantera, estrategia y resultados, Mazatlán sigue deambulando en la mediocridad. Su proyecto parece más de marketing que de futbol, y cada torneo que pasa, su presencia en la Liga MX se ve más insostenible.

El reto es claro: o cambian de rumbo urgentemente, o podrían convertirse en el primer gran fracaso de la era moderna de franquicias en la Liga MX.