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Caos y enojo de la afición de Tigres en el Clásico Regio

Clásico Regio Afición de Tigres sufre bloqueo y se queda sin acceso (Damaris Macías / POSTA Deportes)
Por:Damaris Macías

Lo que debía ser una jornada de fiesta y pasión por el futbol terminó convirtiéndose en un episodio de frustración y tensión para la afición de Tigres, que vivió momentos de incertidumbre antes del inicio del Clásico Regio 141.

La caravana felina llegó al Estadio BBVA con cánticos, mantas y bengalas, acompañada por una escolta de policías municipales. Sin embargo, el ambiente de celebración cambió drásticamente cuando se toparon con un bloqueo inesperado que impidió su acceso al inmueble por más de una hora.

¿Por qué la porra de Tigres fue detenida fuera del estadio?

Según testimonios de los propios aficionados, el contingente visitante fue retenido sin explicación clara, pese a contar con boletos válidos.

Algunos seguidores señalaron que la versión extraoficial del personal de seguridad fue que “el estadio estaba lleno”, algo que resultó inverosímil para los asistentes, quienes exigían el ingreso ordenado al recinto.

El bloqueo provocó una ola de indignación y reclamos hacia las autoridades del operativo, que no emitieron comunicación oficial inmediata sobre las razones de la medida.

¿Qué medidas tomó la seguridad del BBVA tras el conflicto?

Ante el aumento de la tensión y la posibilidad de incidentes, uno de los líderes de la porra de Tigres fue llamado a mediar con el personal del estadio. Luego de varios minutos de negociación, se estableció un protocolo de acceso sumamente estricto:

La medida buscó controlar el acceso, pero también retrasó considerablemente la entrada de los aficionados, quienes llegaron tarde al encuentro.

¿Cómo terminó el ingreso de la afición felina al BBVA?

El acceso, aunque lento, culminó sin enfrentamientos graves, pero con un ambiente de descontento generalizado. La falta de organización y comunicación por parte del operativo empañó la experiencia de cientos de hinchas que viajaron desde distintas partes del país para presenciar el clásico.

La pasión se mantuvo, pero la fiesta quedó marcada por la desorganización y el malestar en una de las noches más esperadas del futbol regiomontano.

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