Nunca lo veríamos en la Liga MX: Mirandés puede ascender y enfrentar al Real Madrid y al Barça
El modesto Club Deportivo Mirandés está a un paso de lograr una hazaña histórica: ascender a la Primera División de España.
Este equipo, cuyo estadio tiene capacidad para solo 5 mil personas, podría enfrentarse en la temporada 2025-2026 a gigantes como el Real Madrid, el FC Barcelona o el Atlético de Madrid, algo que en México sería prácticamente imposible debido al sistema actual del futbol nacional.
¿Cómo llegó el Mirandés a esta posibilidad?
El Mirandés ha tenido una temporada sorprendente en LaLiga Hypermotion (Segunda División). Con un plantel modesto y una de las nóminas más bajas de la liga, el club de Miranda de Ebro se ha ganado el respeto de propios y extraños.
Lo increíble es que el Mirandés juega en el Estadio Municipal de Anduva, con capacidad para poco más de 5 mil espectadores.
A pesar de esto, si logra el ascenso, jugará en la máxima categoría sin importar su tamaño, gracias al sistema deportivo meritocrático que rige en España.
¿Por qué esto no pasaría en la Liga MX?
En México, un equipo como el Mirandés simplemente no podría soñar con la Primera División.
Desde hace años, el ascenso y descenso están suspendidos, y cuando existían, la Liga MX tenía múltiples requisitos para aceptar nuevos equipos: infraestructura moderna, capacidad mínima de estadio (alrededor de 20 mil asientos), solvencia financiera y hasta aprobación de los dueños de otros clubes.
Además, en el futbol mexicano impera el modelo de franquicias y certificaciones, lo que hace casi imposible que un equipo pequeño, aunque sea campeón, pueda jugar en la primera división.
¿Qué significaría ver al Mirandés en LaLiga?
De ascender, el Mirandés viviría una temporada de ensueño enfrentando a los clubes más grandes del mundo.
Sería una historia digna de película: un estadio chico, una ciudad con menos de 40 mil habitantes y un equipo con pocos recursos, dando batalla en la élite del futbol español.
En contraste, la situación del futbol mexicano sigue generando críticas por limitar la competencia deportiva y bloquear los sueños de clubes modestos que, como el Mirandés, podrían escribir historias épicas.
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