La historia de Brock Purdy: de Mr. Irrelevant a convertirse en multimillonario en la NFL
Brock Purdy tiene una de las mejores historias recientes que los San Francisco 49ers pueden contar, porque pasó de estar en la sombra en los inicios de su carrera con el equipo, a convertirse en uno de los jugadores mejor pagados de toda la NFL.
El viernes se informó que renovó por cinco años como el mariscal de campo titular del equipo, lo que le permitió asegurar una cantidad millonaria que lo pone en la élite de la liga, en un claro ejemplo de superación y perseverancia.
¿Por cuánto dinero renovó Brock Purdy?
El nuevo acuerdo se hizo por 265 millones de dólares que incluye un monto asegurado de 181 millones de dólares.
Para poner en contexto, con su nuevo contrato tendrá un promedio de ingreso anual de 53 millones de dólares que equivalen a un sueldo semanal de 2.9 millones de dólares, es decir, más que lo que ganó en total en sus últimos tres años (2.6 mdd).
Este acuerdo le permite ubicarse como el séptimo quarterback mejor pagado de la liga en la actualidad.
¿Por qué se le conoce como Mr. Irrelevant a Brock Purdy?
Mr. Irrelevant, que en español se traduce como el Señor Irrelevante, hace referencia a un apodo que le pusieron por ser la última selección en el Draft de la NFL en el 2022 en el puesto 262, demostrando tres años después que superó toda expectativa.
El egresado de Iowa State de 25 años asumirá una nueva temporada siendo la estrella principal de unos 49ers necesitados de protagonismo, toda vez que en la campaña 2024 fueron últimos de la Oeste de la Conferencia Nacional con marca de 6-11.
Purdy lanzó para un total de 3864 yardas y consiguió 20 anotaciones, pero no fue su mejor campaña, en una ofensiva que decepcionó a muchos fanáticos de la NFL.
¿Cómo llegó Brock Purdy a ser el titular?
Todo inició previo a la temporada 2023 cuando encontró su lugar por suerte, ya que Jimmy Garoppolo y Trey Lance, primera y segunda opción, se lesionaron y cuando le llegó su oportunidad, llevó al equipo a la final de conferencia.
Su mejor momento, sin embargo, llegó la campaña siguiente, cuando llevó a San Francisco al Super Bowl LVIII donde perdieron ante Kansas City Chiefs, un nivel que buscará revivir con esta nueva motivación contractual.
