¡Demasiado calor! Temperatura máximas para jugar al fútbol según el reglamento de la FIFA
El calor extremo se ha vuelto un factor decisivo en muchos partidos de fútbol, sobre todo en países donde las temperaturas pueden superar los 40 grados centígrados.
Esto no solo afecta el rendimiento de los jugadores, sino también su salud. Pero, ¿sabías que la FIFA tiene lineamientos específicos para saber cuándo se puede o no jugar un partido debido al calor?
¿Cuál es la temperatura máxima permitida por la FIFA?
La FIFA no establece una “temperatura máxima” absoluta en su reglamento, pero sí toma como referencia el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), que no solo mide la temperatura ambiente, sino también la humedad, el viento y la radiación solar.
Cuando el índice WBGT supera los 32°C, se considera que las condiciones son peligrosas para la práctica del deporte, y el organismo sugiere medidas especiales o incluso la suspensión del partido.
En temperaturas superiores a los 30°C WBGT, la FIFA recomienda pausas de hidratación obligatorias al minuto 30 de cada tiempo, algo que ya hemos visto implementado en torneos como el Mundial o la Copa América.
¿Qué pasa si se juega con calor extremo?
Jugar con calor excesivo puede provocar deshidratación severa, calambres, golpes de calor e incluso colapsos físicos. La FIFA y otros organismos como la FIFPro (que representa a los futbolistas) han presionado para que se tomen decisiones más estrictas en días extremadamente calurosos.
Incluso algunos sindicatos de jugadores han pedido que se reprogramen partidos cuando el calor supera cierto umbral.
Además, en torneos recientes se han usado sensores de temperatura en el césped y el cuerpo de los jugadores para monitorear riesgos.
¿Quién decide si se suspende o no un partido?
La decisión final recae en los árbitros y oficiales de partido, en coordinación con médicos y delegados de FIFA.
También se considera la opinión de los equipos y el análisis del índice WBGT en tiempo real.
Por eso, en torneos internacionales se suele jugar en horarios nocturnos o al atardecer, cuando la temperatura ya es más segura.
Aunque no hay una cifra fija de “temperatura máxima”, la FIFA prioriza el bienestar de los futbolistas y tiene protocolos activos ante el calor excesivo.
