Así vivió André Jardine la remontada del América ante Cruz Azul
André Jardine no necesitó estar en el banquillo para dejar huella en la vuelta de Semifinales entre América y Cruz Azul.
El técnico brasileño, suspendido por su expulsión en el partido de ida, vivió desde uno de los palcos del Estadio Azteca una de las remontadas más emocionantes en la historia reciente de las Águilas, que ahora jugarán su cuarta Final consecutiva en la Liga MX.
Tras un encuentro cardíaco, el gol agónico de Cristian Borja y la anotación decisiva de Henry Martín desataron la locura entre los aficionados azulcremas, pero ninguno lo celebró como Jardine.
Las cámaras lo captaron eufórico, gritando, saltando y repitiendo su ya famoso gesto del “tricampeonato": tres dedos alzados con orgullo, y esta vez con una clara amenaza implícita: va por el tetracampeonato.
¿Cómo reaccionó Jardine al gol de Borja?
El momento más explosivo para el estratega brasileño llegó tras el gol de Cristian Borja, que significó la remontada en el marcador global. En ese instante, Jardine explotó de emoción, se levantó de su asiento y festejó como un aficionado más, liberando toda la tensión acumulada durante los 90 minutos del duelo.
Aunque no pudo estar en la banca, su presencia fue evidente desde el palco. Con cada jugada, el técnico mostraba su pasión por el equipo y dejaba claro por qué es el arquitecto del éxito azulcrema.
¿Por qué volvió a hacer el gesto del tricampeonato?
Tras la clasificación, Jardine volvió a realizar el gesto que ha generado molestia entre los rivales: tres dedos alzados, señalando los títulos consecutivos obtenidos por el América bajo su gestión. Esta vez, lo hizo con más ímpetu, provocando a la afición cementera tras la eliminación.
El gesto, que algunos califican como polémico, se ha convertido en su sello personal y en un símbolo del dominio americanista durante los últimos torneos.
¿América logrará el tetracampeonato con Jardine?
Con la final en puerta ante Toluca, Jardine y América buscan hacer historia y levantar su cuarto título consecutivo, una hazaña que colocaría al club en un pedestal inédito dentro del fútbol mexicano.
El reto no será fácil, pues los Diablos Rojos cerrarán la serie en casa y llegan en gran forma, pero si algo ha demostrado este América es que no sabe rendirse. Con un Jardine encendido desde cualquier lugar del estadio, el sueño del tetracampeonato está más vivo que nunca.
