Berbatov revela su devoción por Cuauhtémoc Blanco y por Chicharito
Dimitar Berbatov, uno de los delanteros más elegantes que ha visto la Premier League, abrió una ventana al pasado para recordar a dos mexicanos que marcaron su vida futbolística: Cuauhtémoc Blanco y Javier “Chicharito” Hernández.
En una charla íntima con el periodista Rodrigo Lara, de TNT Sports, el exjugador confesó una admiración que nació antes de ser profesional y que lo acompañó durante toda su carrera.
¿Por qué Cuauhtémoc Blanco dejó una marca tan profunda en Berbatov?
Su fascinación por Cuauhtémoc Blanco surgió en el Mundial de Francia 1998, cuando el joven Berbatov descubrió en televisión a un delantero que lo hipnotizó por completo. “Me llamaba la atención, era un delantero con un nombre muy inusual… (Cuauhtémoc) Blanco”, reveló el búlgaro, recordando cómo aquel futbol impredecible lo dejó marcado para siempre.
“¡Me encantaba verlo! Era muy especial, tenía ese truco con el balón, saltaba, y sabía marcar goles”, añadió, destacando la magia que distinguió al ídolo mexicano en una época donde las individualidades brillaban con autenticidad.
¿Qué significó México en los recuerdos mundialistas del búlgaro?
El exdelantero también evocó el histórico duelo entre Bulgaria y México en el Mundial de Estados Unidos 1994, donde su país avanzó en penales. Sobre aquel momento, reflexionó:
“Todo el país estaba frente a una televisión. Estaba su portero, Campos, muy bueno. Fue un gran éxito para nosotros, desafortunadamente fue contra México. A veces el futbol es una ruleta”.
¿Cómo describe Berbatov su sociedad con Chicharito Hernández?
En su repaso por el futbol mexicano también apareció Chicharito Hernández, su excompañero en el Manchester United. Campeón de goleo en la Premier League 2010-11, Berbatov no dudó en resaltar la esencia goleadora del tapatío:
“Bueno, Chicharito nació para meter goles. Siempre esperaba el balón dentro del área, ya listo para el momento en que le llegara”, afirmó.
Lo describió como un delantero letal, intuitivo y con una valentía natural: “Nunca tuvo miedo de enfrentar gente más grande y más fuerte que él, y para ser sincero, metió muy buenos goles”.
También compartió que su relación, aunque reservada fuera de la cancha, funcionó a la perfección dentro del terreno de juego: “Era buen chico, muy educado con todos, y sus goles fueron muy importantes para el United”.
