André-Pierre Gignac y su exótica petición de tigres

San Nicolás de los Garza, Nuevo León.- André- Pierre Gignac ha brillado por sus goles, sus campeonatos, sus momentos históricos con Tigres y hasta por sus polémicas, pero nada se asemeja con la siguiente historia.

Corría el año de 2017, eran los tiempos en donde Tigres como ahora, dominaba la Liga MX.

Era el torneo Apertura, la Jornada 11 y se jugaba el 26 de septiembre, para ser exactos.

Los felinos visitaban Tijuana para enfrentar a los Xolos, en el tradicional “Viernes Botanero” de mi casa en ese entonces, Tv Azteca.

Recibí la asignación para estar en la transmisión del encuentro, reconozco que cuando me tocaba cubrir partido de los equipos regiomontanos siempre para mi era algo especial.

Me preparaba de más, preguntaba detalles de entrenamientos, revisaba estadísticas no conocidas, hablaba con los contactos de los equipos, en fin, saber que el partido sería visto y juzgado por una afición que consume día y noche a sus equipos me obligaba a ser muy profesional.

Este partido no fue la excepción, llegué más temprano de lo habitual, preparé, volví a leer los apuntes previos y me senté en las banca visitante para esperar el reconocimiento de la cancha de los jugadores de Tigres.

Una hora y media antes del partido en el Estadio Caliente, el primero en salir fue el Ingeniero Alejandro Rodríguez, atento, con la gentileza que siempre le caracterizó me saludo efusivamente y se sentó a mi lado, lo mejor estaba por venir…

A los pocos minutos de comenzar nuestra charla, aparece el protagonista de la historia: André Pierre Gignac, quien se unió a la conversación, hablamos de la cancha sintética, de la diferencia de horarios respecto a Monterrey, de la cercanía con San Diego, de una y mil cosas de futbol previos al arranque del partido.

De repente, escuchamos un: “Bienvenidos a Tijuana, esta es su casa”, había llegado Jorgealberto Hank, dueño de los Xolos, nos saluda a los tres y la plática continuó hasta tocar el tema del amor del directivo fronterizo y su familia por los animales.

Jorgealberto le contaba a Gignac, que detrás del estadio tenía un zoológico repleto con especies que no imaginaba. Incluso le decía que en algún momento el lugar donde ahora esta la cancha, fue el hogar de unos hipopótamos.

André solo lo miraba con asombro, escuchaba con la atención propia de un niño sorprendido, repentinamente interrumpió con una pregunta “¿Tienes Tigres?”, a lo que Hank le contestó “Tengo varios ejemplares, ¿Qué necesitas?”, el francés le dice “¿Puedes tenerlos de mascotas?, la respuesta apenada entre risas fue un rotundo “No”.

“Es tanto mi amor por los felinos que me encantaría'

 El Inge interrumpió: “André, ¿Cómo es posible que quieras un tigre en tu casa?”… Gignac le contestó “Es tanto mi amor por los felinos que me encantaría, pero bueno hagamos una cosa” le dijo al directivo Xolo. “Préstame dos tigres bebés, solo quiero tomarme varias fotos, quiero llevármelos a mi casa, tenerlos unos días, jugar con ellos, saber que comen, como actúan, que hacen, pero cuando empiecen a crecer te los devuelvo”; los cuatro nos reímos, pero Jorgealberto accedió, “Te los mando cuando tu me digas a Monterrey”, ahí se retiró el señor Hank.

El Ingeniero le dice a André ¿Estás seguro? Y el francés empezó a dudar, me volteó a ver y yo solo le dije “Si te dijo que te los manda, ten por seguro que ahí los tendrás”. Fin de la plática.

Todos nos fuimos a nuestros respectivos lugares de trabajo. Durante todo el partido, me quedé pensando en esa exótica petición de Gignac, mi sentido periodístico me hizo pensar, que sería una gran nota cuando eso se finiquitara.

Tigres ganó 1-0 ese partido con gol de Eduardo Vargas, imagino que el regalo o petición a la familia Hank de parte de Gignac nunca se concretó, nunca vi alguna foto del francés cargando o con los tigres bebés, lo cierto es, que el regalo más grande en la historia del francés llegaría meses después consiguiendo el titulo en la cancha de Rayados en la final regia, pero esa, será otra historia.