Ozzy Osbourne y su amor por el Aston Villa de la Premier League
La música perdió hoy a una de sus leyendas más icónicas: Ozzy Osbourne, el inconfundible “Príncipe de las Tinieblas” y líder de Black Sabbath, falleció este martes a los 76 años.
Su legado como uno de los pioneros del heavy metal permanecerá imborrable, pero también es un buen momento para recordar el otro costado de Ozzy: su amor por el fútbol y su fuerte conexión con el Aston Villa de la Premier League.
Aunque conocido por sus excesos, sus conciertos inolvidables y su voz inconfundible, Ozzy nunca olvidó sus raíces. Nacido en Birmingham, Inglaterra, siempre mostró un especial cariño por su ciudad y por el club que lo acompañó en su infancia: el Aston Villa F.C.
¿Cómo nació su amor por el Aston Villa?
En un emotivo video difundido recientemente, Ozzy y su esposa Sharon agradecieron a la ciudad de Birmingham por los homenajes que les hicieron a los miembros originales de Black Sabbath.
Se inauguraron un puente y un banco conmemorativo con las ilustraciones de Geezer, Ozzy, Tony y Bill, acompañadas de la leyenda: “Fabricados en Birmingham en 1968”.
En ese contexto, Ozzy desempolvó recuerdos de su niñez. “Recuerdo cuando había partidos del Villa. Solía cuidar los coches de los aficionados y me daban una propina al final”, dijo con nostalgia. Ese vínculo con el club no fue pasajero; quedó tatuado en su corazón.
¿Qué significaba Birmingham para Ozzy?
Birmingham no era solo su lugar de nacimiento, sino una parte esencial de su identidad. “De niño no iba mucho al centro, o era en ocasiones especiales. Recuerdo estar más en Aston”, comentó.
La zona de Aston, donde se ubica el estadio del Villa Park, fue parte del paisaje cotidiano de su infancia, y cada partido era una oportunidad para sentirse parte de algo más grande.
¿Qué otros homenajes recibió Ozzy recientemente?
Además del banco con su nombre, Ozzy fue anunciado como nuevo integrante del Salón de la Fama del Rock & Roll, ahora también como solista, tras haber sido incluido previamente con Black Sabbath.
Aunque las complicaciones de salud lo alejaron de los escenarios, él mismo prometió: “Voy a ir a ver ese banco aunque tenga que arrastrarme”.
El rock pierde a un ícono, pero su espíritu seguirá vivo tanto en la música como en los pasillos del Villa Park, donde un niño alguna vez soñó entre guitarras, estadios y propinas.
