El truco para que tu lavanda florezca dos veces al año y huela más intenso
La lavanda es una de las plantas más queridas por su fragancia relajante y su capacidad de atraer polinizadores.
Aunque suele florecer una sola vez al año, existe un truco de cuidado que permite estimular una segunda floración e intensificar su aroma natural.
Con unos simples ajustes, puedes disfrutar de la floración de esta planta dos veces al año sin mucho esfuerzo.
¿Cómo lograr que la lavanda florezca dos veces al año?
El secreto está en la poda temprana después de la primera floración.
En lugar de dejar que las flores marchitas permanezcan, hay que recortar las espigas justo por encima de la primera tanda de hojas.
Esta acción estimula la planta a producir nuevos tallos y, con ellos, una segunda ola de flores.
Además, la poda mantiene a la lavanda compacta y evita que se vuelva leñosa, lo que afecta su capacidad de florecer con fuerza.
La importancia de la ubicación y el riego
Para obtener flores abundantes, la lavanda necesita al menos seis horas de luz solar directa al día y un suelo bien drenado.
Evita el exceso de riego, ya que sus raíces pueden pudrirse con facilidad.
Un sustrato arenoso y la exposición a pleno sol son la combinación perfecta para estimular la floración doble.
Además, colocar la lavanda en zonas donde el aire circule bien ayuda a intensificar su fragancia natural.
Fertilizantes naturales para potenciar su aroma
Una vez podada, la planta requiere un refuerzo nutricional.
Un fertilizante orgánico rico en potasio, como el té de plátano o la ceniza de madera, puede mejorar tanto el número de flores como su fragancia.
Aplícalo con moderación una vez al mes después de la poda. Este aporte, combinado con un buen control del riego, hará que tu lavanda no solo florezca dos veces, sino que también huela más intensa y fresca.
