5 abonos caseros para las plantas nativas de México que puedes hacer con pocos ingredientes

El tener una de las varias plantas nativas que nos ofrece México no sólo es tener una pequeña muestra de la rica biodiversidad del país, también implica una ran responsabilidad para mantener esta planta fuerte y en crecimiento.
Para ello necesitamos el uso de abonos para mantener a estas plantas nativas de la mejor manera posible, y lo mejor es que estos abonos no tienes que comprarlas en tiendas especializadas ni gastar miles de pesos.
Los ingredientes estan en tu cocina, y no sólo nos referimos a los restos de café, las cáscaras, el arroz, e incluso el agua hervida nos puede ayudar a realizar abonos caseros ricos en nutrientes.
Compost de restos de cocina
Este es uno de los abonos más sencillos de hacer y su elaboración no te dejará con el bolsillo comprometido.
Lo que necesitas es cáscaras de frutas, verduras, cáscaras de huevo y hojas secas, que ayudan a darle vida a los suelos pobres o dañados.
Mezcla en un recipiente, como un bote de pintura vacío los restos orgánicos con hojas secas, voltea cada semana y deja fermentar de 4 a 6 semanas.
Esta compost aporta materia orgánica, mejora la retención de agua y activa la vida microbiana del suelo, algo fundamental para especies como el mezquite o el maguey en suelos agotados.
Té de cáscara de plátano
Las cáscaras de plátano contienen potasio, fósforo y calcio, nutrientes esenciales para el crecimiento y floración de plantas como la salvia, la bugambilia y otras especies nativas florales.
En un litro de agua coloca las cáscaras de dos o tres plátanos y hierve esta mezcla por 10 minutos.
Una vez que este fría, riega directamente sobre la base de tus plantas una vez por semana.
Con éste té se estimula que la planta florezca, refuerza las raíces y mejora la resistencia al estrés hídrico.
Agua de arroz
El arroz es uno de los platillos más elaborados en el país, y en el proceso de preparación podemos ayudar a las plantas a que cuenten con un poderoso abono.
Usa el agua del primer enjuague del arroz sin sal ni aceite. Esta agua dejala fermentar por espacio de 24 horas y riega tus plantas con esta agua una vez a la semana.
En poco tiempo verás como plantas como la siempreviva o la cola de zorra, que necesitan un empujón extra durante su etapa de crecimiento, se verán con un aspecto saludable y floreciente.
Agua de lentejas germinadas
Este abono es un potente bioestimulante natural rico en auxinas, que promueve el desarrollo radicular.
Germina lentejas en agua por 3 días, luego licúalas con agua fresca y cuela el líquido. Úsalo como agua de riego cada 15 días.
Las plantas jóvenes o recién trasplantadas, como epazote o romerillo, que requieren buena raíz para adaptarse, empezarán a sentir los resultados de este abono.
Polvo de cáscara de huevo
El huevo no sólo es uno de los desayunos más socorridos en la cocina mexicana, su cáscara es fuente natural de calcio, ideal para plantas de suelos alcalinos o neutros como el árnica mexicana.
No tires las cáscaras de huevo, mejor lávalas y sécalas para triturarlas en la licuadora, y el polvo que resulta de esto espárcelo alrededor de la planta cada dos semanas.
Con la cáscara de huevo se refuerza la estructura celular y previene enfermedades que se generen del crecimiento de hongos o flora nociva.
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