A tres décadas de la muerte del luchador Oro, su recuerdo sigue intacto
Ya son 30 años de la repentina muerte del luchador Oro, quien tuvo su última lucha en la Arena Coliseo, el 'Embudo de Perú 77'. Y a tres décadas de su partida, aún se le sigue recordando como ese luchador que marcó una época en la década de los noventa, con tan solamente tres años como profesional.
Miembro de la dinastía de los Calavera, Jesús Javier Hernández sabía desde jóven que su vida la iba a desempeñar en el mundo de la lucha libre, teniendo sus primeros pasos en la Empresa Mexicana de Lucha Libre, hoy CMLL, para tener su debut al cumplir la mayoría de edad.
Agilidad, destreza, espectacularidad y lances suicidas, el sello del sabor tapatío que empezaba a dar mucho de qué hablar, al conquistar campeonatos individuales y otros en equipo junto a su hermano Plata. Tuvo giras en Japón y en Estados Unidos proyectando su figura no solamente en el ámbito nacional, sino también en el internacional.
Pero todo cambió repentinamente de la manera más inesperada. El 26 de octubre de 1993 en la que Oro sin saberlo iba a disputar su última lucha aquí en este mundo, en una batalla pactada en relevos australianos teniendo en su esquina a La Fiera y Brazo de Plata, para enfrentar a Khaoz, Dr. Wagner Jr. y Jaque Mate.
¿Qué pasó? Ya avanzado un poco el combate, el luchador de “24 Kilates” recibió un 'raquetazo' en el pecho por parte de Khaoz, pero de inmediato se levantó para tomar revancha y proyectar a su rival hacia fuera del ring, persiguiéndolo hasta uno de los de la arena a posteriormente regresarse a una de las esquinas del cuadrilátero.
La lucha seguía, pero Oro ya no pudo mantenerse en batalla, se quedó sentado pegado al cuadrilátero de Perú 77 para recibir en primera instancia el apoyo del réferi, y posteriormente de los médicos que trataron de reanimarlo. Pero el técnico solamente se quedó tendido en el piso.
Ingresó la camilla para sacarlo del recinto, mientras que su compañero “Súper Porky” se acercó a sobar el pecho para darle un aliento, sin saber que era la última ocasión en la que vería con vida su compañero.
Horas más tarde se confirmó la noticia que sembró el mundo de la lucha libre, Oro había fallecido a los 22 años a causa de un derrame cerebral.
Y hoy, a 30 años de su partida, se le recuerda como el luchador que con poco tiempo arriba de un ring, logró marcar una época en la década de los 90, juntos hermano Platas y Platino, quienes eran mejor conocidos como Los Metálicos.
